La afortunada empleada y la jefa del departamento tienen grandes pechos.

Debido a mi naturaleza torpe, casi hice un desastre, pero afortunadamente mi jefe estaba allí. Debido a mi torpeza, cometí un error al reservar una habitación de hotel. Tenía pensado reservar dos habitaciones individuales, pero reservé una habitación doble. Como era sábado, no pude encontrar otra habitación. Por suerte, al jefe no le importó y aceptó compartir la habitación conmigo. Me obligó a comprar alcohol para beber juntos. Sabiendo que no tenía amante, se burló de mí deliberadamente. Al verla tan sexy, exponiendo su cuerpo frente a mí, excitado por sus bromas, no podía soportar tocar y apretar esos hermosos pechos. El jefe se despertó y me detuvo, pero como no podía soportarlo más, aceptó, ¡permitiéndome follarlo esta noche! Y no desperdiciemos esta oportunidad, follamos toda la noche y la mañana, lo tenía corriéndose continuamente …

La afortunada empleada y la jefa del departamento tienen grandes pechos.